Cuidar la salud de los niños implica más que atender sus síntomas visibles. En muchas ocasiones, una pequeña molestia o una inflamación leve pueden ser señales de una condición que requiere atención quirúrgica. Por eso, saber cuándo acudir al cirujano pediátrico puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y una complicación seria.
La cirugía pediátrica es una especialidad médica que diagnostica, trata y corrige enfermedades quirúrgicas en recién nacidos, niños y adolescentes. Y aunque el término “cirugía” puede generar temor en los padres, en la mayoría de los casos el objetivo es prevenir complicaciones, aliviar el dolor y garantizar un desarrollo saludable.
El cirujano pediátrico es un médico especializado en el manejo quirúrgico de enfermedades infantiles, tanto congénitas (presentes desde el nacimiento) como adquiridas. Su formación le permite comprender las diferencias anatómicas y fisiológicas de los niños frente a los adultos, garantizando procedimientos más seguros, menos invasivos y con mejores resultados.
Algunas de las áreas más frecuentes en las que interviene un cirujano pediátrico son:
Hernias inguinales y umbilicales
Apendicitis aguda
Hidroceles y testículos no descendidos
Quistes o masas en cuello, abdomen o ingle
Problemas de crecimiento o desarrollo del aparato digestivo
Malformaciones congénitas en recién nacidos
Muchos padres se preguntan si el dolor abdominal de su hijo, una bolita en la ingle o una inflamación en el ombligo son motivo de preocupación. La respuesta es: sí, si persisten o aparecen sin causa aparente.
A continuación, algunas situaciones en las que se recomienda acudir a valoración por cirugía pediátrica:
Si notas una bolita en la ingle, el ombligo o el cuello, especialmente si cambia de tamaño o produce dolor, podría tratarse de una hernia o un quiste que requiere diagnóstico oportuno.
El dolor abdominal intenso, acompañado de vómito, fiebre o falta de apetito, puede ser signo de apendicitis, una urgencia médica que necesita intervención quirúrgica inmediata.
En niños, la presencia de un testículo no descendido, inflamaciones o molestias al orinar debe ser evaluada por el cirujano pediátrico para descartar complicaciones.
Heridas, abscesos o infecciones recurrentes en piel y tejidos blandos también son motivo de valoración quirúrgica.
Si el pediatra sugiere revisión por cirugía pediátrica o detecta una anomalía durante un control, es fundamental no posponer la cita.
En la infancia, las enfermedades evolucionan rápidamente. Una inflamación leve hoy puede convertirse en una urgencia mañana. Por eso, acudir al cirujano pediátrico a tiempo evita procedimientos más complejos y garantiza una recuperación rápida y segura.
Además, los niños requieren un entorno médico adaptado a su edad: quirófanos pediátricos, anestesia segura y un equipo que entienda sus necesidades emocionales y físicas.
La Dra. Martha Pérez, especialista en cirugía pediátrica, cuenta con amplia experiencia en el diagnóstico y manejo de patologías quirúrgicas en niños. Su enfoque se basa en la atención humana, cálida y profesional, buscando siempre el bienestar integral del paciente y la tranquilidad de sus padres.
La Dra. Martha Pérez atiende en el Centro Empresarial Nou (Cajicá), ofreciendo consultas, valoración quirúrgica y acompañamiento integral en patologías pediátricas.
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La cirugía pediátrica no solo trata, también previene.
Ante cualquier signo de alarma —una bolita, dolor abdominal, fiebre persistente o inflamación anormal—, lo mejor es consultar cuanto antes. La atención temprana es la mejor inversión en la salud y futuro de tu hijo.
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